El ajedrez, que ha vivido estos últimos años un aumento de popularidad, es un juego milenario con potencial para ser un instrumento más de intervención y de estimulación psicológica. Se han reportado numerosos beneficios en las funciones cognitivas (atención, memoria, funciones ejecutivas, etc.), en el control de impulsos y en las habilidades sociales (tolerancia a la frustración, socialización, respeto, etc.), entre otros aspectos.
Por todo ello, la psicóloga del Centro Senda de La Rioja llevó a cabo un taller grupal con las personas jóvenes que participan en el programa, utilizando el ajedrez como herramienta para promover el pensamiento estratégico, expresar emociones e historias a través del tablero y las piezas, así como entrenar la mente a través de ejercicios que requerían atención y memoria.
Además, se condujo a los usuarios y usuarias a reflexionar sobre el propio concepto del juego, en cuanto al valor que tienen todas las piezas, cada una con su función y movimiento, para poder ganar la partida y cómo el rey puede ser al mismo tiempo la pieza más importante, pero la menos útil y más frágil de todas.